-Narra Pilar-
Oía miles de ruidos de perchas y
cajones por mis oídos, me desperté. Abrí los ojos y vi a Isa dando vueltas por
la habitación y el portátil estaba encendido. Me incorporé en la cama y vi que
estaba llena de ropa mal puesta y en su cama más de lo mismo, pero a diferencia
de la mía estaba hecha.
-
¿Qué haces? – Dije mientras me frotaba los ojos
para ver mejor. Isa estaba vestida y todo. Llevaba unos pantalones vaqueros,
cortos y claros. Una camiseta negra de manga corta. Y unos zapatos de color
marrón. La verdad que iba bastante guapa, ¿A dónde iría así?
-
Pilar, son las doce y hemos quedado con los
chicos a las una en un parque que hay por aquí cerca. – Mientras me lo decía
ella seguía haciendo lo que estuviese haciendo en esos momentos. Yo escuchaba
atentamente y atónita. – Louis te ha llamado sobre las diez, pero como no lo
cogías pues yo he contestado por ti. Y ha querido invitarnos a comer. Se ve que
le hemos caído bien, ¿no? Porque no es muy normal que inviten así porque sí a
unas fans. – Seguía hablando, pero yo ya no escuchaba. Tenía que ver que me
ponía para comer. ¿Estaría Zayn también? Sí, seguro que él está y no puedo ir
normal tengo que sorprenderle.
-
Para de hablar ya y dime ¿Qué coño me pongo? –
Paro de hablar de golpe y salió de la habitación. Pero esta chica es tonta, le
había pedido que me ayudase a elegir la ropa y qué es lo que hace ella, irse.
Claro que sí campeona.
-
Toma, creo que esto es perfecto. – Al minuto
vino con una percha donde colgaba unos pantalones vaqueros cortos y una
camiseta ancha y larga con una foto en medio.
Pero es que la tengo que querer,
me había buscado ropa y todo. Le di dos besos y me vestí.
Estábamos ya listas y salimos del piso. Nos fuimos sin desayunar,
pero como nos habíamos levantado tan tarde no era el plan de ponerse a
desayunar para comer dentro de una hora, ¿no? Después de diez minutos llegamos
al parque y efectivamente estaban allí esperándonos de pie al lado de un coche
bastante grande. Para nuestra sorpresa estaban vestidos muy elegantes con traje
y corbata, y nosotras así como un día cualquiera.
-
¡No me has dicho nada de cómo tenía que
vestirme! – Fue lo primero que dijo Isa al encontrarnos más cerca de ellos,
obviamente se refería a Louis.
-
Hola, chicos. – Dije yo. – Perdonadla, se ha
tirado dos horas para elegir la ropa. Y quien sabe si más. – Esto último lo
dije acercándome más a ellos y tapándome la boca con la mano para que no me
escuchara Isa. – para que ahora se dé cuenta de que no va bien así. – A todo
esto me hecha Isa una mirada que parecía que me fuera a matar con ella. Y noté
como sus mejillas empezaban a coger color. – Pues, si nos esperáis un momento
vamos a cambiarnos y a ponernos más decentes, viendo como vais…
-
No, tontas, que estáis preciosas así. Somos
nosotros que nos hemos arreglado demasiado. – Nos dijo Louis, cosa que le
relajó a Isa un poco. Nos habíamos caído muy bien y era fantástico, es el
típico mejor amigo, dulce y gracioso, que sabe cómo animarte y darte buenos consejos.
A mí realmente me daba igual si iba poco decente para donde fuera que vayamos.
Zayn se acercó a mí.
-
¿Cómo has dormido hoy? – Pasó su mano por mi
hombro acercándose más a mi, cosa que me ponía muy nerviosa.
-
Bien… - Sonó un tanto seco a eso su reacción de
alejarse un poco. Pero me estaba poniendo muy nerviosa y es como me salió. - ¿Y
tú? – Pero ya no lo podría arreglar ya se había alejado más.
-
Muy bien, aun que se podría haber estado mejor.
– Entonces me dirigió una de sus miradas pícaras y alzó la ceja izquierda. Nos
metimos todos en aquel coche, donde cabían unas ocho o nueve personas en total.
Más que llamarlo coche, podíamos llamarlo una limusina.
-
¿Y hay algún afortunado, Isa? – Decía Louis. Isa
solamente se limitó a reír. Me pude fijar como Niall deseaba y a la vez no
quería escuchar respuesta. Después de un tiempo que para mí se hizo corto, pero
pasó media hora, llegamos al restaurante. Y pedazo restaurante. Era de los
mejores, según ellos, de Londres. Es decir, de los caros. Aun que nos habían
dicho que nos invitaban, nos habíamos echado bastante dinero, pero no sé si
tanto para tal restaurante.
Nos adentramos en él, había mucha
gente y al entrar nosotras se nos quedaron mirando. No les juzgaba, todos y
todas estaban con unos trajes como si fueran de boda y nosotras así.