Mañana sería el concierto, a las nueve de la noche, en ese
edificio tan grande del otro día. Cada una llevaría un vestido, el que nos
compramos en el gran Primark que había justo al comienzo de la calle Oxford
Street.
Yo llevaría uno marrón claro de algodón y elástico con unos peep toe picados con un marrón más oscuro. Y Pilar uno de color negro de polipiel con cinturón y unos zapatos de salón negros también con plataforma con pespuntes. Yo me haría una coleta alta y ella se dejaría el pelo suelto con su flequillo. Ya lo teníamos todo planeado desde hace unos tres días para la noche de mañana.
Yo llevaría uno marrón claro de algodón y elástico con unos peep toe picados con un marrón más oscuro. Y Pilar uno de color negro de polipiel con cinturón y unos zapatos de salón negros también con plataforma con pespuntes. Yo me haría una coleta alta y ella se dejaría el pelo suelto con su flequillo. Ya lo teníamos todo planeado desde hace unos tres días para la noche de mañana.
Estábamos poco a poco acostumbrándonos a hablar todo el
tiempo en ingles por lo que casa vez lo hablábamos mejor. Pero entre nosotras
solíamos hablar en español, nos encontrábamos más cómodas, aun que a veces se
nos escapaba alguna que otra palabra en inglés. Esto de que entre nosotras
hablaramos en español molestaba un poco a Amelia, ya que no nos entendía. Nos
llevábamos bastante bien con ella, encajamos muy rápido. Y con Adam también,
era muy simpático y todas las tardes noches solía pasarse a hacernos una
visita.
Entro un rayo de luz por la ventana que paró justo en mi
cara, lo que hizo despertarme. Mire el reloj y eran las diez de la mañana,
tenía mucho sueño y volví a tumbarme. Mis tripas sonaron y decidí entonces levantarme
a preparar el desayuno. Para mi sorpresa, ya estaba listo y parece que no hace
mucho, pues todavía estaban las tortitas calientes. Desayuné tranquilamente y
al acabar encendí el televisor para ver si echaban algo. Después de varias
vueltas repitiendo los mismos canales una y otra vez sin encontrar nada, fui a
la habitación y cogí el portátil. Cuando entré Pilar estaba sentada en la cama
con los pies cruzados y los ojos cerrados. Di un salto, realmente me asustó,
pensaba que estaría acostada.
Pasamos la mañana riéndonos y diciendo chorradas, como
siempre. Salimos a comer fuera, pues otro día que Amelia llegaría comida y del
trabajo más tarde. Así aprovecharíamos para seguir visitando Londres. La tarde
pasó volando. Fuimos a ver el Big Ben desde cerca, la verdad que era
grandísimo. Nos echamos una y mil fotos las dos juntas y por separado, que
luego pondríamos en un álbum que haríamos para recordar todos nuestros momentos
en Londres. Ya eran las seis y teníamos que volver para prepararnos para esta
noche, donde veríamos a One Direction actuar. La verdad es que me hacía
ilusión, hasta me ponía a chillar con Pilar hablando de ellos. Llegamos al piso
y lo primero que hicimos fue darnos una ducha, con pelo incluido. Cada una se
lo arreglaría a la otra, igual que el maquillaje. Después nos pusimos nuestros
vestidos, que ya dije anteriormente, que nos compramos. Eran las ocho y cuarto.
Cogimos un taxi, el trayecto eran como unos diez minutos. Creíamos que era un
poco temprano el llegar a esa hora, no siendo como un concierto normal sino con
nuestros respectivos asientos que llegáramos a la hora que llegáramos estaría
libres. Pero una vez más nos equivocamos, creo que llegamos de las últimas,
pues la mayoría de los asientos estaban ocupados.
Después de que nos guiaran hacia dónde se celebraría la
actuación uno de los guías que había por la entrada, entramos en una sala
grande. Miramos nuestra entrada y avanzamos hasta la fila ocho, donde se
encontraban nuestros asientos. Todavía quedaba media hora y Pilar fue a comprar
unas bebidas. Era raro porque no iba a ser un concierto normal, sería como una
especie de teatro pero ellos cantando, aun que seguramente todas nos pondríamos
de pie en cuanto empiecen a cantar. Entonces comenzó a sonar una música, de
estas que siempre suelen ponen mientras estás esperando para darte a entender
que queda poco para la actuación. Pilar llego con unas coca-colas.
-
Señoras y señores, chicos y chicas. Os presento
a la banda que lleváis esperando todo este tiempo. ¡One Direction! – Millones
de gritos y de aplausos sonaban en aquellos momentos y creo que la mayor parte
de ellos, absolutamente, eran de nosotras. Primero entró Liam, la verdad es que
no era feo y además de cuerpo estaba bastante bien, detrás de él entró Zayn, el
moreno más sexy que hayas podido ver, seguido de Louis, este sí que me
encantaba, para mí sin lugar a dudas era el mejor. Era gracioso, en todos los
videos que me enseñó Pilar de ellos no podía parar de reir con él, y guapo, no
podías quejarte. Lástima que tuviera novia. Ahora era el turno de Niall, el
rubio, el irlandés, uno de los más guapos, que digo, todos son guapos. Pero
este en especial, tiene algo que le hace encantador, es como el típico chico
perfecto que todas quieren tener. Y finalmente Harry, el inconfundible chico de
pelo rizado y hoyuelos que lo hacía realmente achuchable.
El concierto empezó, cantaron desde What make
you beautiful hasta Up all night, o More than this. En resumen, que
cantaron todas las canciones de su disco. El concierto finalizó y la verdad es
que nos quedamos con ganas de más. Yo necesitaba ir al aseo, pero todas las
entradas no estaban disponibles, pero yo no podía aguantar así que nos colamos
por una de ellas. Creo que nos equivocamos porque daba con un pasillo largo por
el que caminamos hasta que vimos un cartel que señalaba la dirección de los
cuartos de baño. Pero en ese instante apareció un señor alto y ancho, con gafas
y pinganillo, tenía todas las pintas de ser un guardaespaldas como en las
películas.
-
Lo siento pero no podéis estar por aquí,
señoritas. – Pilar me miró y rápidamente me cogió de la mano y salimos
corriendo a la dirección que nos dirigíamos. Íbamos mirando hacia atrás para ver
si nos perseguía ese hombre, pero entonces nos chocamos con alguien y caímos
todos al suelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario