martes, 6 de marzo de 2012

Capitulo 12. Forever young


-          ¿Dónde ibais a andar sabiendo lo que iba a pasar? – Dijo Pilar riendo a carcajadas.


-          Pues no sé, la verdad. – Habló Liam. Todos encogieron los hombros y seguimos caminado en dirección hacia donde nosotras íbamos. Observé a Niall hablando por teléfono, nos estaba dando la espalda y se tocaba el pelo. Enseguida colgó y vino con nosotros.


-          Lo siento, era importante. – Decía poniéndose entre Louis y Liam. Le miré sonriendo, parecía tonta de verdad… pero era lo que me salía. Lo hacía sin querer. Seguimos hablando durante no más de quince minutos por la calle.


-          Tenemos que irnos ya. – Dijo uno de los guardaespaldas camuflados. No podían salir sin uno de ellos. Ya sabéis, es lo que tiene ser famoso. 


-          Pasarlo bien chicas. – Habló Zayn mirando a Pilar. ¿Cuándo se iban a decir que se querían? ¿Cuándo iban a dar el paso?


-          Lo haremos. – Respondí yo. Nos despedimos. Ellos dieron media vuelta y nosotras seguimos andando mirando los escaparates por si veíamos algo que nos gustara.


-Narra Pilar-


Pasamos por varias tiendas, pero nada nos llamaba la atención como para entrar. Íbamos de camino al London Eye cuando recibí un mensaje al móvil. Lo desbloqueé y lo abrí.

¿Quedamos? A las seis en el Central Park. Estaré por allí. ZM

Le respondí.

Estaré allí justo cuando toque el reloj las seis :)

Guardé el móvil y empecé a delirar.


-          ¡Isa que guapa que eres, coño! – Reí mientras le abrazaba con fuerza y le daba un beso fuerte y largo en su mejilla. – Te quiero, amiga. – Ella se quedó parada mirándome como si estuviera loca, pero me daba exactamente igual había quedado con Zayn Malik.


-          ¿Estás bien amiga? – Entrecomilló la palabra amiga con los dedos. Reímos.


-          Genialísimamente  genial. – Seguimos andando, a diferencia de Isa yo dando saltitos. Era feliz.


Llegamos al London Eye y vimos un cartel que ponía: Esperar aproximadamente tres horas. La verdad que viendo toda la cola que había no sabía si decir si teníamos que esperar tres horas o una vida entera.


-          ¿Tres horas? – Exclamó Isa abriendo tanto los ojos que parecía que se le fueran a salir en cualquier momento. – Va a ser que otro día.


-          Lo que quieras pero yo a las cuatro y media tengo que estar en casa. – Dije mirando el reloj que tenía en la muñeca.


Después de un largo par de horas nos montamos en la gran noria. Nos echamos fotos y demás, estuvo entretenido. Desde allí a lo alto se podía ver completamente todo Londres, era precioso. Comimos en un restaurante de comida rápida ya que eran las cuatro casi. Se nos pasó el tiempo rápido. Volvimos a casa, estábamos cansadas de tanto andar. Seguramente mañana no saldremos, nos quedaríamos en casa descansando. Nada más llegar al piso me metí en el cuarto de baño para darme una ducha y lavarme el pelo. Quería llevarlo liso así que necesitaba ir algo rápida. Elegí la ropa, me iba a poner lo mismo que me compré esta mañana:
 



De nuevo, volví al baño para maquillarme. Estaba ya lista y miré el reloj, las seis menos cuarto. El parque estaba a unos veinte minutos o así, espero no hacerle esperar mucho. 


-          ¡Me voy! – Grité por el pasillo haciendo ruido con las llaves para abrir la puerta.


-          De acuerdo. – Dijeron Amelia e Isa a dúo. – Pásalo bien, Pilar. – Siguió Isa.


-          No lo dudes. – Conseguí decir antes de que cerrara la puerta de un portazo. Baje lo más rápido que pude las escaleras y andaba bastante deprisa. Eran las seis y dos minutos justo cuando entré en el gran parque. Iba buscándolo con la mirada… ahí estaba. Moreno de 1,73 m y con su típica chaqueta americana. Qué guapo.
-           

-Narra Isa-


Pilar se había ido ya, tenía una cita con Zayn en el Central Park a las seis, según me había contado. Estaba muy feliz, se lo notaba. Cosa que me alegra y me hace estar a mí feliz también. Cuando no tenía nada que hacer, prefería coger una libreta y un bolígrafo y ponerme a escribir. No me preguntéis el qué, simplemente escribo lo que en ese momento siento y me apetece. Oí un ruido de llaves, primero me asusté pero después me acordé de que Amelia iba a venir por la tarde de casa de sus padres. Y, exactamente, era ella. Abrió la puerta y me saludó. Llevaba unas bolsas así que fue primero a su habitación a dejarlas, y después vino conmigo que estaba en el sofá del salón.


-          ¿Y Pilar? – Preguntó al no verla por ahí conmigo.


-          Ha quedado con un chico. – Decía mientras escribía una frase bonita que se me había ocurrido en ese momento.


-          O sea, que ya ha pillado a uno. – Encendió el televisor. - ¿Tan pronto? – Se  incorporó de tal manera que quedaba mirándome.


-          Pues sí… creo. – Dije entres risas. No le iba a decir quién era. De todas formas no me creería. Sonó un móvil, mi móvil. Fui a la habitación y lo cogí. Era… ¿Él?


-          ¿Sí? – Dije un poco desconcertada, sentándome en la cama.


-          Hola, preciosa. Oye, ¿Tienes algo que hacer? – Me quedé callada, primero tendría que asimilar que me había llamado. - ¿Estas?


-          S – sí. Digo no, no tengo nada qu… - No me dejó terminar la frase.


-          De acuerdo, pues en media hora estoy en tu casa. – Y colgó, ni un adiós o un sí, vale. No pude decir nada más. Pero me daba igual, estaba contenta. Sentía una sensación en el estómago como de mariposas, que me gustaba. Vale, joder, lo reconozco, creo que me he enamorado.

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