{-Narra Niall-}
Hacía ya unas seis largas horas desde que le envié el mensaje a Isa.
Esperaba una respuesta, no sé, aunque solo fuera un vale, nos veremos. Pero
nada. Estaba en mi habitación con la guitarra, relajándome después de la dura
mañana, y parte de la tarde con entrevistas y fotos. A veces me apetecía un
descanso de vez en cuando de todo esto. Ir a mi pueblo con mi familia y estar
como estaba antes. No ser conocido y cada vez que doy un paso tener a cientos
de chicas gritando alrededor mío. Soy claustrofóbico y me agobian mucho esas
cosas, pero también tengo que darles las gracias y siempre las querré porque
gracias a ellas he podido cumplir mi sueño.
Mañana tenemos un concierto cerca de aquí, en una ciudad cercana. Zayn
las ha invitado y el que esté ella allí no sé si me pondrá más nervioso y con
eso me refiero a cagarla. Todavía no hemos hablado de nada del tema de lo que
somos. Me gusta y mucho eso es indudable. La primera vez que la vi algo pasó en
mí que me hizo no poder pensar en otra cosa que no fuera ella o cosas
relacionadas con ella. Pero ¿y si ella no quería nada? No sé si estoy preparado
para tener algo. Puede que esté conmigo, no por lo que soy, sino por quien soy,
por estar en la banda. Muchas veces me han hecho mucho daño y he caído. Me da
miedo volver a equivocarme y caer. Sé que el que no arriesga no gana y no sé
qué es lo que tengo que hacer.
Salgo de la habitación y bajo al salón. Veo a Liam, Harry y a Ann. Ann es la novia
de Harry, llevan seis meses, o cerca de eso. Estaban muy acaramelados. Me
recordaban el momento en la cocina con Isa y me hicieron sacar una sonrisa.
Luego Louis y Eleanor y por último Zayn con un espejo, mirándose y haciendo
tonterías.
-
Zayn. – Dije haciéndolo girar. Dejó el espejo a
un lado.
-
Dime. – Se levantó y vino hacia a mí.
-
Necesito hablar. - Asintió. - ¿Subimos? – Señalé hacia arriba.
- Claro. – Subimos, pero esta vez a la habitación
de él.
-
¿Qué quieres, pequeño duendecillo? – Decía
mientras alborotaba mi pelo rubio.
-
Creo que me estoy enamorando.
-
¡Ay, no! – Cogió dos sillas que habían allí y
nos sentamos en ellas.
-
¿Qué? Joder, no es algo que yo pueda controlar.
-
Lo sé, Niall. – Se quedó callado un momento
pensando si quería saber la respuesta o no de la pregunta que le rondaba por la
cabeza. - ¿De quién? – La soltó de golpe.
-
Em… - Me toqué el pelo bajando hacia la nuca. –
Isa. – Le mire a los ojos. Él sonrió. - ¿Por qué sonríes? – Mis mejillas
empezaban a calentarse.
-
Lo sabía. – Decía entre risas.
-
¿Cómo? – No dejaba de reír. - ¡Para! – Le di en
el brazo. Seguí contándole todo lo sucedido entre ella y yo hasta entonces.
-
No sé a qué esperas, pídeselo. –Negué con la
cabeza inmediatamente. - ¿Por qué?
-
¿Y si no quiere? ¿y si solo hace esto porque soy
de One Direction? – Agaché la cabeza algo triste.
-
Por lo que me has contado, si fuera así, no
hubiera hecho eso. Hubiera aprovechado a más. Te lo digo yo. – Se señaló. –
Pídeselo, imbécil. Parece mentira que tú seas Niall Horan el que lucha por lo
que quiere sin importarla nada. – Se levanta y se dirige hacia la puerta.
-
¡Espera! – Se gira. - ¿Y cómo lo hago? – Hace
salir una sonrisa victoriosa y vuelve a sentarse.
-
Mañana en el concierto estarán ellas, ¿no? - Yo asentí. - Perfecto.
-
¡¿Delante de todos?! – Dije elevando la voz lo
más que pude y abriendo los ojos.
-
Sí, sería muy bonito. – De repente suena mi
móvil, lo tenía en el bolsillo. Era un mensaje.
-
Es ella. – Tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Leía su nombre y me recorrían hormiguitas en el estómago.
-
Ábrelo. – Sonreía él también. Lo abro.
Claro que sí, cariño. Te quiero mucho. Isa xxx
Mi corazón empezó a latir demasiado rápido, lo volví a leer. Siendo
sincero lo releí unas cuantas veces más.
-
¿Qué dice? – Se lo pasé y lo leyó.
-
Oh. – Alargo la o. – Cariño dice. – Empezó a
reírse exageradamente. Mis mejillas cogieron un color rosado.
{-Narra Zayn-}
Me desperté, ya era el día del concierto. Quería ver a Pilar. Me
levanté, fui a la ducha, desayuné y la llamé. Todo lo hice lo más rápido que
pude porque no aguantaba más sin oír su preciosa voz. Uno, dos, tres pitidos.
-
Buenos días, preciosa. – Primero bostezó y luego
contestó.
-
Buenos días, mi vida. – Sonreímos los dos en
ambos teléfonos.
-
¿Estabas durmiendo?
-
A medias. Estaba despierta, pero no quería
levantarme de la cama. Ayer no hice nada y estoy vaga.
-
Pobre. – Hubo risas y paramos de hablar. Luego
yo continué. – El concierto es en Manchester a las 9. Iremos a recogeros todos
juntos en un coche. – Oí ruido como si se levantara. - ¿Qué haces novia mía?
-
Pues mira novio mío. Como no sé que me voy a
poner voy a mirarlo ahora y si no veo nada me voy de compras. – Daba igual lo
que se pusiera, de todas maneras iba a ir preciosa, como siempre va ella.
Seguía removiendo cosas. – Si no encuentro nada te vienes conmigo de compras. Y
si veo algo pues te aguantas hasta la noche. – Dejé salir un sí. Después oí una
pequeña conversación en español. No entendía nada, simplemente sonreía. – Tengo
los zapatos, pero el vestido no. – Dijo con un tono triste.
-
Ah, ¿Qué la señorita se va a poner un vestido?
-
Claro, ¿Me acompañas? – Sobraba la pregunta.
Cualquier escusa era buena para verla. Colgamos y empecé a vestirme lo más
rápido que pude. Salí de la casa. Iba a paso ligero, no podía aguantarme las
ganas de verla de nuevo y besar sus preciosos labios. Crucé la esquina y llegué
a su calle. La vi que estaba sentada en las escaleras del piso. Se levantó nada
más verme y me abrazó.
-
Te he echado de menos. – Le di un beso.
-
Y yo a ti, mi vida. – Sonreímos y empezamos a
andar hacia alguna tienda. Íbamos cogidos de la mano.
-
¿Qué hiciste ayer? – Le pregunté sacando tema de
conversación.
-
Aguantar a Isa con su resaca. Se pone de una
mala hostia que no veas…
-
Pobrecilla… - Le pasé el brazo por los hombros.
Al nombrar a Isa, me vino a la cabeza Niall y la conversación que tuve con él.
– Ayer hablé con Niall.
-
¿Y de qué hablasteis?
-
Sobre Isa.
-
¿Tú también lo sabes ya?
-
Sé más cosas. – Sonreí y nos miramos.
-
¿Cómo que más cosas?
-
Como que le va a pedir salir. – Chilló, no muy
fuerte en signo de alegría y sorpresa.
-
¿Cuándo?
-
Hoy. – Cada vez abría más los ojos de la
emoción. – En el concierto la sacará delante de todos y se lo pedirá.
-
Qué bonito. – Pasamos por una tienda la cual
señaló Pilar para que entráramos. Entramos. Empezamos a ver vestidos y
vestidos. De todos los colores y formas. Elegí uno que me pareció bastante
bonito y que posiblemente que quedara bien. Ella cogió más de uno, no podía
decidirse. Se los llevó todos al probador. - ¿Y cuando lo pensó?
-
Ayer por la noche quiso hablar conmigo sobre
ella y que quería hacer algo. Yo le aconsejé. – Comenzó a reírse fuertemente. -
¿Qué? - Asomó la cabeza.
-
Te quiero. – Hizo el sonido de un beso con la
boca. Estallé en risas. Al cabo de unos segundos salió del probador con un
vestido rojo de tirantes anchos y cinturón marrón. Estaba guapísima. Silbé. -
¿Te gusta? – Dio una vuelta para que la viese desde varias perspectivas.
-
Te queda genial. – Hizo un gesto con la cara
para ver si se lo llevaba o no. Asentí con la cabeza. Se acercó y me besó.
Volvió a meterse dentro del probador. Al minuto salió con su ropa puesta y el
vestido en la mano. Fuimos al mostrador y pagamos la prenda. Salimos de la
tienda con una gran bolsa. Parecía que pesaba así que la cogí yo.
-
Vámonos a casa que esta noche tienes concierto y
tienes que estar preparado.
-
No te veré hasta la tarde. – Hice pucheros.
-
Se te pasará rápido, ya verás. - Nos despedimos
como era debido y cada uno se fue a su casa.
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